Nunca hubo tantos medios para comunicarse, mientras la gente común nunca estuvo más incomunicada

 

En la definición de ruido encontramos diversas acepciones, entre ellas:

-        -  sonido inarticulado, por lo general desagradable.

-        -  apariencia grande en las cosas que no tienen gran importancia.

-         -  en semiología, interferencia que afecta a un proceso de comunicación.

Vivimos una época ruidosa. El ruido impide la comunicación. A su vez la incomunicación y el aislamiento amplifican el ruido. Quizás por eso vivimos en una época tan ruidosa.

El ruido es conservador e inhabilita para captar caminos y posibilidades. Quizás por eso haya ruidos tan interesados.

El ruido traduce disonancias: no queremos vivir como vivimos; pero al no cuestionar la raíz de este “malestar” o “irritación”, acabamos dando “apariencia grande en las cosas que no tienen gran importancia” y en esa aparente afirmación nos alejamos de nosotros mismos y de quienes nos rodean.

Mascarillas y distancias físicas producen cierta extrañeza. La incertidumbre y la exaltación de todo lo referido a un bichito pequeño que cada día protagoniza telediarios y conversaciones y que parece habernos robado el mundo, tal y como creíamos que era, y también el futuro, nos genera mucha desorientación.

Pero siempre, siempre, es posible intencionar a favor de la vida y de la esencia del ser humano, que es histórico y es social y es capaz de transformarse a sí mismo y transformar el mundo.

La comunicación es imprescindible. Vale la pena ajustar la propia frecuencia para sintonizar con el otro –y con uno mismo-. Seguramente no surja a la primera la armonía ni sea un fenómeno duradero. Pero ese gesto de intentarlo me hará mejor, me hará sentirme mejor, bajar el ruido y elevar lo importante.

Y quien sabe, tal vez un día, tal vez en algún instante, coincidan las frecuencias, las aspiraciones, y el sonido de nuestra intención se prolongue, repercuta y se propague…no como el ruido, sino como la resonancia de los corazones.

Nunca antes el mundo estuvo tan comunicado, sin embargo, los individuos padecen cada día más una angustiosa incomunicación. Nunca los centros urbanos estuvieron más poblados, sin embargo, la gente habla de “soledad”. Nunca las personas necesitaron más que ahora del calor humano, sin embargo, cualquier acercamiento convierte en sospechosa a la amabilidad y la ayuda. Así han dejado a nuestra pobre gente, ¡haciéndole creer a todo infeliz que tiene algo importante que perder y que ese “algo” etéreo, es codiciado por el resto de la humanidad! Cartas a mis amigos. Silo.

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En Entrevecin@s de Tetuán apostamos por la comunicación, como actitud y herramienta de cambio personal y social. La comunicación es revolucionaria porque permite ejercitar la ampliación del punto de vista, el buen trato y la construcción de acuerdos, que son elementos esenciales de esa cultura de la no violencia que estamos trabajando para arraigar en nuestras vidas y nuestros barrios.

Uno de los proyectos y herramientas de comunicación es la revista vecinal Opiniones de Tetuán. En estos estamos preparando el contenido del siguiente número y nos gustaría invitarte a participar aportando ideas, artículos, fotos, dibujos, opiniones…..

En concreto, estamos trabajando en un reportaje sobre Educación y la vuelta al cole y nos gustaría contar con testimonios de estudiantes, madres, padres, profesorado, abuelos y abuelas, trabajadoras en los comedores, vecinos y vecinas…. 

Si quieres dar tu punto de vista y contestar a algunas preguntas, ponte en contacto 677238731 – virginialopezlopez@yahoo.es