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Estrechando lazos: conéctate al blog de Entrevecin@s de Tetuán

Hola, ¿qué tal? Esperamos que estés muy bien. Nosotros estamos bien, tratando de aprender y ayudar en esta situación en la que nos encontr...

Volver ¿a dónde?


Es tranquilizador saber que pasó el momento de peligro más grave, claro que sí. Es agradable poder salir a pasear. Pero cuando nos dicen –y también nos decimos-, volver a la normalidad, ¿a dónde volvemos? ¿por qué lo que llaman ‘nueva normalidad’ suena ya tan vieja?

Las crisis, personales o sociales, sacan a la luz lo que había antes de ellas, aunque no nos hubiésemos dado cuenta o no hubiésemos querido hacerlo. Nos ponen por delante derrumbes, pero también oportunidades de cambio.

Volver a la normalidad no es posible porque hay mucho de esa normalidad que ya no existe –de ahí la crisis- y porque creer en ello significaría que no hemos aprendido nada.

Los cambios y las normas a los que nos referimos no solo tienen que ver con esas sutiles mutaciones de lo cotidiano que se reflejan en guantes, mascarillas, metacrilatos y distancias, pero que en realidad nos hablan de otras cosas. Ya explicaba una amiga en el blog de Entrevecin@s, que la normalidad siempre ha de ser cuestionada, porque, “como dicen las fábulas, lo que es normal para una araña es una trampa para una mosca”.

Hay algo más. Algo que tiene que ver con decidir en qué condiciones queremos vivir y qué estamos dispuestos a hacer. ¿De verdad vamos a decidir creer que todo esto fue un paréntesis? ¿Aceptaremos la normalización como un armazón impuesto por otros o seremos valientes y nos dispondremos a construir?

Estas semanas- meses hemos mirado cosas que a veces veíamos sin mirar. Nos hemos hecho preguntas, preguntas fundamentales. Hemos conectado con nosotros mismos y con otros. Hemos revisado prioridades, decisiones, armados. Entre miles de dudas e incertidumbres, hemos experimentado ligeras certezas que no queremos olvidar. Y sí, va a ser muy difícil mantenernos firmes ante la feroz inercia del “mundo de siempre” y apostar por un futuro distinto que apenas es una intuición. Pero no intentarlo sería ir en contra de nosotros mismos. Y uno no está solo, afortunadamente hay gente que se cuestiona cosas y que aspira a un mundo mejor.

Es hora de revalorizar nuestra intencionalidad, la acción, la imaginación, la creatividad, la comunicación, los amigos, el mundo que queremos y la capacidad de transformación que tenemos los seres humanos.


El ser humano es el ser histórico y con un modo de acción social capaz de transformar al mundo y a su propia naturaleza”

…una propuesta

Con el interés de rescatar aprendizajes y aportarlos a la construcción de ese futuro querido, se nos ha ocurrido realizar un nuevo vídeo….Pedro y Virgi te lo cuentan ….