La perspectiva de "lo normal" en un sociedad se
convierte en hegemónica cuando un grupo obtiene el poder y puede transmitir a
los demás (a través de la cultura, de la información, de la propaganda y de la
fuerza), su visión del mundo, sus intereses, sus concepciones sobre la normalidad,
sobre cómo son las cosas y cómo deberían ser.
Algo se convierte en normal, porque la sociedad
lo acepta.
Normalizarse es dejarse de ocurrencias y alternativas,
adaptarse a la sociedad que hace la regla, asumir sus normas, sus valores, adoptar
los patrones sobre lo que debemos pensar del mundo y lo que se quiere
construir/destruir y como debemos interpretar la información segada que nos
suministran.
La normalidad es
un concepto arbitrario, y que sirve de mecanismo para convencer o para
imponer, como si la norma o la “nueva
normalidad” fuera una ley divina o un hecho completamente natural, hay numerosos ejemplos…
La
Banca siempre gana, el Pez chico se come al grande y un largo etcétera
de normalidades.
Algunas
normas vienen disfrazadas de seguridad y protección, solidaridad, deber,
responsabilidad….ocultando lo que se pide a cambio y sin dejar las opciones
claras para poder elegir, hay normas por decreto, hay normas que parece que es
uno el que las está exigiendo, hay normas que desconoces pero que estás
obligado a cumplir, porque es por tu bien y si no lo comprendes ahora ya lo
comprenderás el día de mañana. La gente
las asume como propias, pese a que la normalidad depende mucho
de según quién seas, de dónde vengas y hacia donde quieras ir. Cuestionemos lo que es normal, lógico y natural y a quienes lo deciden, porque como dicen las fábulas…Lo que es normal para
una araña es una trampa para una mosca.
¡¡Buenas noticias¡¡ Afortunadamente queda gente rara y “anormal”
en todo el mundo y esa anormalidad la
convertimos en una herramienta para la tarea de intentar
transformar una normalidad que discrimina, que jerarquiza, que tiraniza y que
intenta arrebatar la intención al ser humano.
Gente rara que se atreve a
decir lo que piensa, que se atreve a preguntarse si quiere vivir y en qué
condiciones, gente que busca un sentido en su vida y que pinta de colores el
mundo que les rodea.